Pablo Alborán: un malagueño con los pies en la tierra.

Hay veces que me levanto y directamente me viene a la cabeza una canción de él, y empiezo a cantar conforme me venga. Veo que ya forma parte de mi vida cotidiana, de la forma en la que él es más que esa persona tan lejana que veía antes, si no que es como alguien que veo diariamente, mucho más cercano, quien con su propia música puede cambiar mi estado de ánimo en segundos dependiendo de la canción que este sonando en mis oídos.

Normalmente eso ocurre siempre, pero hay veces que veo un vídeo en el que sólo sale andando por un pasillo y es que se enciende algo en mí y me hace reaccionar dándome a entender que no es una simple rutina, que es eso que me da ilusión y motivos para poder seguir adelante, por ver y sentir que el me ayuda a encaminarme a mí, en verme reflejada en él, en sentir cosas que antes no había sentido y todo gracias a la música.

Creo que pocas personas pueden haber como él para mí, es él, solamente él, un compañero cuando voy en el autobús, cuando ando por la calle, incluso cuando duermo. Aunque no esté físicamente conmigo, lo presiento como sí lo tuviera a mi derecha, me siento como nadie y especial en este mundo. Es algo que desde que le conocí, presentí que todo me iba a cambiar, que el me ayudaría a ser mejor persona y a saber que tengo otra "familia" de por vida conmigo, que no estoy sola y que esa plenitud que me hace dar, la tengo asegurada.

Le quiero muchísimo, tan poquito tiempo y es más que alguien que pude conocer desde pequeña.
Qué es algo tan impresionante lo que un fotografía, verle 6 segundos en un vídeo, o cualquier cosa que se pueda ocurrir en un instante que son sentimientos que tengo dentro que se desprenden como plumas cuando lo veo, porque no sólo mentalmente y a través de música, sí no a través de fotos, vídeos, palabras, frases, lo que sea, hace que me vuelva loca y no pueda controlar mis sentimientos.
"Que la música, no nos abandone nunca".